Una fuerte nevada en el noreste de Estados Unidos paralizó ayer el transporte aéreo y terrestre, así como la asistencia a oficinas y escuelas.
Desde la Casa Blanca, en Washington, hasta los estados del noreste fronterizos con Canadá, la capa de nieve alcanzó en algunos lugares los 30 cm de espesor, como en Connecticut, Massachusetts y Rhode Island.
En Nueva York, el puente de Brooklyn y el Times Square estaban cubiertos por una capa de unos 10 centímetros de nieve, llevando un silencio poco usual a la metrópoli de nueve millones de habitantes.
Las consecuencias inmediatas del temporal bautizado como "bomba ciclónica" es que se cancelaron unos 830 vuelos en la región, según el portal FlightAware.
Sólo en Nueva York, el aeropuerto de LaGuardia había anulado un tercio de los vuelos programados ayer y el aeropuerto JFK anunció en su cuenta Twitter que 221 aviones han quedado en tierra.
En Nueva York, desde el jueves por la noche muchas calles ya estaban cubiertas de productos para deshacer el hielo y en la mañana del viernes las máquinas quitanieves se afanaban en limpiar las calles y permitir el tráfico rodado.
Para prevenir los riesgos de accidentes en las carreteras, los servicios de transportes del estado pidieron ayer a los ciudadanos que sólo se desplacen en "caso de necesidad".
En tanto, el gobernador del estado vecino de Nueva Jersey, Phil Murphy, decretó "el estado de emergencia".
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